Crema de remolacha

Inauguro este blog con un plato potente.
Cuando a una le dicen que tiene que empezar a cuidarse porque el cuerpo ya esta emitiendo señales de alerta, de entrada de asusta. Cuando le hablan de algo llamado ''microbiota", piensa que le están tomando el pelo o hablando en otro idioma.

Pues no, queridos y y queridas, es el lenguaje de nuestro cuerpo y nuestro intestino.

Aunque no lo veamos, estamos llenitos de células y bacterias. Algunas son necesarias para mantener nuestro sistema endocrino e inmune en orden. Es la 'madre del cordero' para aquellas personas que, sin tener ningún problema aparente, no pueden quedarse embarazadas o se sienten cansadas, ansiosas, nerviosas o tristes.

Es increíble hasta qué punto la alimentación puede ayudarnos, no a solucionar todos los problemas, pero sí a tener las piezas de nuestro cuerpo funcionando como deben para que los acontecimientos se desarrollen como deben.

Ya hablaremos largo y tendido de todo esto, pero, de entrada, vamos con un chute saludable. Esta crema de remolacha con cebolla morada, ajo, semillas de girasol y calabaza.

Ingredientes

• 2 remolachas (cocidas)
• ½ cebolla morada (cocida)
• ½ diente de ajo (salteado)
• Semillas de girasol y calabaza
• Un chorrito de leche de almendras y agua para aligerar textura

Es tan sencillo como pasarlo todo por la batidora (salvo las semillas) hasta lograr la consistencia deseada y agregar, por último, las semillas.

La remolacha es tu amiga, sobre todo, si eres mujer  y estás en la fase lútea de la menstruación. Además de su poder antioxidante, tiene cualidades antiinflamatorias.